Cuando se trata de cautivar a una mujer, el experto seductor debe liderar y también imponer los temas de conversación que se tocaran en un primer encuentro, con la meta de ayudar a los dos a generar un encuentro natural en donde se puedan conocer francamente.

Mientras más nos conocemos por dentro y mientras más admitimos lo que sentimos, más cosas podemos mudar de nuestras vidas. Al contrario, mientras más cosas negamos sentir, más difícil es mudar nuestras vidas.

En esta etapa, la concentración ha de ser absoluta y relajada, y se deben evitar divagaciones como meditar en el trabajo o en temas apremiantes. Al cabo de cierto tiempo, el varón va a tener niveles poco a poco más intensos de excitación.

¿Tiene una nueva lengua, labio o bien perforación en la boca? Luego, deseará evitar la actividad sexual oral o bien los besos con la boca abierta durante hasta seis semanas, lo que le va a dar a su piercing tiempo para sanar. De lo contrario, aumenta el riesgo de daño tisular y también infección bacteriana.

Este es un experimento sobre de qué manera el dolor y la sensación intensa generan energía erótica dentro de ti y entre tú y tu pareja. Intente liberar sus expectativas de lo que piensa que debería acontecer, como su deseo de hacer que algo suceda. Simplemente presencie cada instante presente del ejercicio.

Cuidado si eres enamoradizo, por el hecho de que entre su físico y su personalidad, no lograrás quitártela de la cabeza …

En 96, Alice Bunker Stockham publicó Karezza, la ética del matrimonio, una obra en la que la autora estadounidense explicaba algunas técnicas tántricas de control anatómico despojándolas del simbolismo espiritual o bien religioso propio del Tantra.

Este es un juego fácil de lanzarle a tu amante: ¡los dos conseguirás tu del placer oral! Dígale que va a dar un camino en la Ruta 69, que va a jugar un juego de 6 y 9, o bien pídale que escoja un número entre 68 y 70 y adivine lo que se aproxima.

Continuar con 4 golpes profundos seguidos de cinco superficiales; entonces 5 de profundidad, cuatro de poca profundidad; seis profundos, tres superficiales; siete de profundidad, dos de poca profundidad; y 8 de profundidad, uno de poca profundidad. En suma hay 9 series de 9 golpes.

En verdad, a ningún rey le parecía bien que el hombre corriente pueda llegar a dominar técnicas tan potentes. Con lo que, desde ese momento, solo a la realeza le fue permitido el acceso a dicho conocimiento prohibido.